Mudanza

Por Noelia Bogdan

¨Como en una mudanza en la que nos deshacemos de lo que ya no es útil, de la misma manera, debemos mudar viejas maneras de pensar, soltar emociones que en algún momento nos sirvieron, personas que nos acompañaron en etapas importantes pero con las que hoy no nos identificamos¨

¿Cuántas veces has tenido que mudarte? Aunque solo te hayas ido de tu casa paterna. Esta tarea generalmente comienza con toda la emoción, vamos encontrando cosas que hace mucho tiempo no veíamos, y ni siquiera sabíamos que estaban ahí. Quizás son artefactos que en algún tiempo nos sirvieron, les dimos uso, pero llegado el momento solo encontramos que solo tienen un valor sentimental. Son más las cosas que no sabíamos que teníamos porque las guardamos, que las que sirven para un uso en particular, solo las hemos guardado “por si en algún momento las necesitábamos “.

De la misma manera en nuestro corazón, guardamos recuerdos, vivencias e impresiones pensando que nos servirán de algo en particular, pero con el tiempo solo están ocupando espacio y dando lugar a un sinfín de sensaciones y sentimientos que no podemos siquiera manejar. Y muchas veces reaccionamos de manera desconocida y nos encontramos con un torbellino de sentimientos que no podemos manejar. ¿Nunca te ha pasado estar enojada y no recordar exactamente por qué fue? ¿O, estar cansada sin siquiera haber tenido días ajetreados? Son estas pequeñas cosas que vamos guardando, que nos prometemos no olvidar porque nos hicieron doler o porque una persona o circunstancia no era lo que esperábamos. Creemos que lo guardábamos para aprender de esa situación y crecer, pero lo único que logramos fue cargar con eso sin saber qué hacer.

Nos encontramos de cara a una nueva década, frente a tiempos que están cambiando de manera violenta, y nosotras tratando de avanzar en medio de todo esto con ese peso de cosas que no pudimos solucionar, de experiencias que cargamos pero con las que no crecimos, todos esos momentos que no podemos identificar de manera particular pero que sí, están ahí, que sin querer los guardamos y se nos hizo pesado el andar a causa de los rencores o de las memorias que simplemente dejamos que se quedaran, pero que hoy, molestan.

Como en una mudanza en la que nos deshacemos de lo que ya no es útil, de la misma manera, debemos mudar viejas maneras de pensar, soltar emociones que en algún momento nos sirvieron, personas que nos acompañaron en etapas importantes pero con las que hoy no nos identificamos, lugares que nos dejaron anécdotas, tiempos de descubrimientos, de crecimiento, y así un sinfín de cosas que podemos describir o ponerles nombre.

Hoy necesitamos cambiar, no importa la edad que tengas, es preciso soltar, mudar (¡es lindo mudar!!), es más, debemos soltar hasta nuestros errores y equivocaciones, soltar la culpa de las decisiones mal pensadas y avanzar hacia todo lo que tenemos por delante, hacia los sueños y las decisiones del mañana, a ver, si de alguna manera, con poco peso y sin cargas que no podemos llevar, logramos alcanzar esas metas que nos hemos propuesto sin tener nada que nos atrase, si logramos conocer personas con quien compartir nuevos tiempos y emociones y buscar avanzar en nuevos conocimientos, en emprendimientos, si logramos recuperar -o por primera vez- lanzarnos a situaciones desconocidas sin temor, arriesgarnos aunque volvamos a salir heridas.

Deseo que este sea el tiempo en el que puedas lograr soltar y avanzar hacia algo nuevo y lo puedas hacer sin nada que atrase tu camino, sin pesos innecesarios, sin culpas, sin resentimientos, sin arrepentimientos que puedas alcanzar metas nuevas, proyectos aventureros y que cuando sea tu último día sobre la tierra puedas irte en paz, sin haber retenido nada y habiendo vivido cada día mudando con alegría, viviendo cada instante y sintiéndote la más afortunada de todas!

Pastora Noelia Bogdan

Iglesia El Tabernáculo, Arroyito, Córdoba

Instagram: @noeliabogdan